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Estacionar, el gran problema del centro

Multando auto en Paraná

Regular el estacionamiento medido (ese que más de una vez nos da dolores de cabeza); desarrollar distintos estacionamientos públicos, para liberar espacio en las calles y devolvérselo a los peatones; generar un plan de adecuación y mantenimiento de la señalética urbana y consolidar un sistema de monitoreo y control de la movilidad, son las propuestas que desarrollamos dentro del Plan Director de Movilidad para que estacionar deje de ser el gran problema del centro de la ciudad. 

Destacamos que, además de estas propuestas, es necesaria una continua educación y concientización ciudadana, para que, de alguna manera, aprendamos a “usar la ciudad”.

Regulación estacionamiento medido

Considerando que el espacio físico disponible para la circulación vehicular siempre es un elemento finito y acotado; y a su vez, que la búsqueda de alcanzar el objetivo del flujo, orden y canalización del tránsito requiere de un aprovechamiento eficaz del espacio, cobra importancia y es determinante la implementación de sistemas de control y regulación del uso del espacio público para el estacionamiento, especialmente el de autos de uso privado, ya que representan el mayor volumen presente en las calles y a su vez, el que mayores complicaciones genera al conjunto.

El funcionamiento actual del sistema de estacionamiento medido es deplorable, y se hace evidente la urgente necesidad de mejorarlo sustancialmente, ya que las falencias que presenta son causantes de obstrucciones y demoras para el tránsito circulante. En ese sentido, el Ejecutivo  ha avanzado en la licitación de un nuevo sistema.

Según nuestras propuestas descritas en el Plan Director de Movilidad, el uso de tecnologías disponibles, simples y baratas son un aliado importante a la hora de diseñar y materializar el sistema que permita lograr el adecuado manejo y control del estacionamiento urbano (aplicación celular, página web, códigos QR o similares). Al mismo tiempo, se debe mejorar el control de los espacios donde hay restricciones o prohibiciones (reservados; parada de colectivo, taxis o remises; sectores de maniobra; áreas de carga/descarga; bocacalles; etc). El uso de cámaras de video, conectadas al centro de monitoreo urbano es una herramienta útil y versátil a considerar. 

Se debe apuntar a que el sistema fomente una alta rotación en el uso de los espacios disponibles, poniendo mayores tarifas a mayor tiempo de estadía y límites máximos de ocupación, por ejemplo. Para ello es indispensable una identificación clara e inequívoca de los espacios disponibles para estacionamiento, al igual que los horarios, las tarifas y demás datos necesarios para hacer un uso correcto del sistema. De igual forma para las áreas reservadas, restringidas y prohibidas, utilizando diferentes colores y señales en el suelo; como así también en las paradas de colectivos, donde se debe establecer el espacio suficiente para la maniobra de ingreso y egreso a la dársena. Se necesita una revisión completa de la señalización existente hoy en la ciudad, unificando criterios, removiendo las obsoletas, reforzando las vigentes, e incorporando las faltantes.

Quien gane la licitación, en nuestra propuesta, deberá procurar integrar a los trabajadores existentes en el sistema actual (“tarjeteros”), siempre que sean competentes para las tareas asignadas.

Sostenemos que el sistema de movilidad en general debe ser solidario. Esto significa que cada parte del sistema asiste subsidiariamente a las otras. En el caso del estacionamiento medido, la recaudación, así como también aquellos montos correspondientes a todo tipo de multas de tránsito, proponemos que sean destinados a un fondo único para el desarrollo y la implementación del Plan Director, que incluye el subsidio para el boleto del transporte público de pasajeros.

Estacionamientos públicos

Si bien se pretende desalentar el uso excesivo del automóvil y reducir así los efectos nocivos que su presencia masiva produce en las calles, no es una batalla contra el vehículo particular que trata de suprimirlo completamente. Más bien, lo que pretendemos es controlarlo y equilibrar al conjunto del sistema en cuanto a las proporciones de usos de los diferentes medios de movilidad. Además, hay que actuar sobre una realidad existente que no puede modificarse de un momento a otro y, a su vez, no dejar de reconocer ciertas virtudes y la necesidad del uso de este medio. 

En este sentido, es que consideramos en la elaboración de las propuestas, la cuestión del estacionamiento, buscando resolverlo de una manera eficiente y sustentable, que permita y aliente la intermodalidad, con ubicaciones puntuales y estratégicas, de amplia capacidad, para concentrar en esos puntos la mayor cantidad posible de vehículos ingresantes al área central, y poder así despejar y liberar gran parte de la superficie de las calles que hoy se utilizan para la estancia vehicular, y recuperarlo como espacio público en pos de las personas, equipándolo, forestándolo y haciéndolo más vivible y atractivo, incentivando nuevos usos y servicios y dinamizando la economía local. 

A continuación vamos a ir describiendo cada uno de los estacionamientos públicos que proponemos desarrollar.

Estacionamiento Predio Municipal

Nuestro gran objetivo es desarrollar una Estación Multimodal de movilidad urbana alrededor de la actual Estación de trenes de Paraná, que sirva de “puerta de acceso” e intercambio en la ciudad. Con respecto a otras ubicaciones que se han propuesto para la nueva estación de colectivos, ya hemos dado nuestra opinión

Llegar a desarrollar este nodo es una meta a largo plazo, que va a necesitar de diferentes obras previas. Una de ellas es ir dinamizando la zona aledaña e ir dotándola de nuevos servicios. En este sentido, en el predio fiscal ubicado entre las calles Av. Ejército, Pronunciamiento, San Martín e Ituzaingó se propone, en una etapa inicial, la instalación de una playa de estacionamiento de vehículos particulares (autos, motos, bicicletas, utilitarios, camionetas), con infraestructura mínima para su funcionamiento. El modelo para realizarlo sería a través de una concesión del predio a un privado.

El predio, de unos 6000 m2, tendría una capacidad aproximadamente de 300 espacios. Pensemos que si en una calle de 100 metros, entran estacionados alrededor de 18 o 19 autos promedio, este solo estacionamiento estaría liberando casi 16 cuadras de estacionamiento en la vía pública, espacio que volvería a ser del peatón. 

Por su posición estratégica (como puede verse en el Gráfico de abajo) respecto al área central de la ciudad, y aledaña a la estación del FFCC, se vuelve una pieza clave para complementar el uso del vehículo particular, con toda la movilidad urbana proveniente de los otros modos de moverse. 

Ubicaciones de los estacionamientos públicos a desarrollar (clic para ampliar)

Por esta centralidad en la movilidad que le damos a la Estación Multimodal, su posición estratégica irá creciendo y por ello, a medida que se va desarrollando el Plan Director de Movilidad, se deberá en una etapa siguiente, ampliar la capacidad del estacionamiento en el predio, construyendo en el sitio, un edificio de múltiples pisos para ir absorbiendo más estacionamiento de la vía pública. Esta construcción deberá contemplar, a nuestro criterio, los conceptos de uso mixto del suelo, flexibilidad en el diseño y a prueba de obsolescencia. Para ello, proponemos que la infraestructura a construirse incorpore la posibilidad de albergar otras funciones distintas de estacionamiento de vehículos, para así darle otra funcionalidad hasta tanto no se incremente la demanda de espacios de parking. Entre ellas, y según la tipología del edificio lo permita, se contemplan oficinas, espacios de coworking, locales comerciales, entre otros. Incluso debe contemplar la posibilidad que cuando se desarrolle el estacionamiento en la Estación Multimodal, no quede este edificio obsoleto y pueda en caso de ser necesario, tomar otros usos distintos al de estacionamiento.

Estacionamiento plaza Mansilla

Como sostenemos, la idea de ordenar el tránsito vehicular privado en la zona centro, debe contemplar la reducción y eliminación de espacios de estacionamiento en dicha área para favorecer otros medios de movilidad más sustentables (transporte público de pasajeros, bicicleta, caminabilidad). Para compensar este déficit, pero de forma ordenada y en línea con los objetivos y las directrices propuestas en el Plan Director, proponemos la construcción de un estacionamiento subterráneo bajo la plaza Mansilla (de dominio provincial) con capacidad para 160 plazas aproximadamente. Esta obra pensamos que se ejecute bajo la modalidad de PPP (“Participación Pública Privada”), financiada por privados que obtienen a cambio la concesión de la explotación del servicio por determinada cantidad de años. 

Estacionamiento plaza Alvear

De igual manera a lo considerado para la plaza Mansilla, proponemos la construcción de estacionamientos subterráneos bajo la plaza Alvear, con capacidad para 500 plazas aproximadamente. Estas dos intervenciones subterráneas bajo las plazas adyacentes al centro cívico provincial y aledañas al centro comercial y administrativo de la ciudad, buscan absorber, en conjunto, gran parte del volumen vehicular que diariamente estaciona en las inmediaciones, liberándose así la superficie del espacio público para el desarrollo de un ambiente más amigable con el peatón y de escala humana. La integración de esta política al Plan Director de Movilidad puede apreciarse en el Gráfico 06 que expusimos arriba, el que también contempla otros elementos de esta política de estacionamientos.

Estacionamiento plaza Alberdi

En una etapa siguiente, proponemos la construcción de un estacionamiento subterráneo bajo la plaza Alberdi con capacidad para 220 plazas aproximadamente, siguiendo los mismos conceptos que los presentados en el proyecto del Estacionamiento plaza Mansilla. En los gráficos que siguen, se puede observar cómo quedaría. Debemos destacar que en los tres estacionamientos subterráneos propuestos, la superficie de la plaza queda utilizable para los vecinos y el arbolado no es removido, sino reubicado y ampliado, disminuyendo así el impacto ambiental de la obra, sobre todo estando en el centro de la ciudad.

Control de la movilidad particular

Gran parte del ordenamiento del movimiento de vehículos, cargas y personas en la ciudad en general y en el centro en particular, requiere de un sistema de multas para quienes infringen la ley. Dicho control debería tener como finalidad la restitución del orden, la concientización y el aprendizaje de cómo corresponde moverse por la ciudad. Pero bajo ningún caso debe ser un sistema recaudatorio que termina tendiendo trampas al ciudadano para que cometa errores y cobrar multas por ellos. Aún así, hace falta penalizar a quien no cumple con las normas y lo recaudado por este sistema debe utilizarse para el desarrollo del Plan Director y el subsidio para el boleto del transporte público de pasajeros. Esto haría que lo recaudado se distribuya de manera solidaria entre usuarios de las diversas modalidades del mismo sistema y no como caja de recaudación para gastos corrientes del municipio.

Señalización horizontal y vertical

La señalización horizontal y vertical son herramientas de gran utilidad, costo moderado y alta eficiencia a la hora de ordenar, guiar y conducir el tránsito de las arterias de mayor caudal, y a su vez ayuda a lograr una mayor seguridad vial. 

Paraná carece de un buen sistema de información vial a través de señalización vertical y horizontal. No resulta claro identificar las paradas de colectivos, áreas de prohibición y restricciones, espacios reservados, horarios, entre otras señales de tránsito e información en general. Por ello, necesitamos desarrollar, por un lado, un programa de implementación de señalización vertical que permita reordenar toda la señalética existente, unificando criterios visuales, completando, ampliando y mejorándola en toda la ciudad. A su vez, incorporar en las arterias principales, accesos a la ciudad y puntos de interés la cartelería necesaria para una correcta orientación de los conductores y transeúntes. 

Por otro, proponemos la realización progresiva de una completa señalización horizontal, con materiales de calidad y durabilidad (pintura termoplástica), empezando por las calles donde circula el transporte público de pasajeros y las calles del área central, marcando las paradas, las dársenas, áreas de maniobra, sectores restringidos, cajones de estacionamiento, línea divisoria de carriles, flechas de giros permitidos, y otros.

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